- La atmosfera es importante: Crea un espacio cómodo y que sea muy tuyo en casa. Te recomiendo un lugar tranquilo, donde en los próximos 75 minutos nada ni nadie vaya a interferir. Quizás te guste tener una luz tenue en la sala, un poco de incienso, alguna decoración que te inspire o te traiga paz, y por qué no prepararte tu té favorito.
- Qué la técnica no te juegue una mala pasada: Prepara el dispositivo en el que vayas a visualizar la clase con tiempo, revisa el audio, la imagen y que esté con carga. Así no llegarás tarde y empezarás sin estreses la práctica.
- Hazte con tus soportes: Durante el desarrollo de la clase te harán falta soportes para ayudarte a conseguir una mejor técnica en la asana o simplemente para una buena y cómoda posición en la parte de meditación. Los soportes pueden ser objetos que tengas en casa sin necesidad de comprar nada específico, como un cojín, una cuerda o tela elástica y los libros más gruesos que tengas. Esto es en material de yoga: el cinturón de yoga, los bloques de yoga y el cojín de meditación de yoga.
- Ropa cómoda y bonita: Es tu momento, no lo olvides, y aunque estés en casa vas a asistir a una clase de yoga. Busca ropa cómoda que te permita movilidad en el cuerpo y con la que te sientas a gusto llevándola. Te recomiendo calcetines gordos y un jersey o manta agradable para la parte de meditación inicial y para la relajación del final.
- Déjate llevar, respira, respira y respira: Estas solo, tú con tu cuerpo y tus emociones, nada puede salir mal. Nadie va a juzgarte por nada de lo que hagas durante la práctica. Parece sencillo y es muy fácil de decir, pero lo único en lo que tienes que concentrarte es en respirar. El resto déjate llevar por las instrucciones de la clase y deja a tu cuerpo fluir.
- Escucha a tu cuerpo y respétalo: Eres el máximo responsable de tus límites, practica de manera consciente y conecta con tu cuerpo y tus emociones, no hagas nada que pueda dañarte y hacerte sentir mal.
Namasté 🙏
